El dilema en realidad, no es tanto ir a la fiesta, sino, hacer todo lo necesario para no dejar de ir, vale decir, cumplir con tus deberes y responsabilidades, de tal forma que tus padres queden lo suficientemente motivados como para dejarte ir. Caso contrario, ellos te pueden dar la estocada final con un severo ¡NO! sobre la fiesta. Vamos que tú puedes divertirte en la fiesta y a la vez, ser un buen estudiante.
- Evita dejar tareas para después: Esta es una tentación de la que muchos no pueden escapar. Es algo así como generarse deudas y juntarlas de a poco, llegará el momento en que se deberá pagar y lógicamente sufrirás terriblemente con dicha deuda. Es mucho mejor que “pagues al cash”, recuerda la refrán: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, así que a hacer las tareas ¡desde ahora!
- Estudia con anticipación para los exámenes: Eso de estudiar en la víspera o faltando unos cuantos días para el examen es un riesgo que debes evitar. Proponte estudiar las clases del día, incluso, adelantarte en los temas. Cosa que cuando llega la oportunidad de ir a una fiesta, podrás ir sin tener la conciencia preocupada. ¡A estudiar entonces!.
- Se leal en los trabajos grupales: Si acordaste hacer cierta labor para un trabajo grupal, hazlo anticipadamente, no dejes para el final o te confíes que alguien del grupo lo hará por ti. Otra cosa, no abandones a tu grupo solo por ir a divertirte y evitar cumplir con tus responsabilidades. Procura ser un integrante de confianza. Las fiestas serán divertidas, siempre y cuando, estas no afecten tus responsabilidades.
- Informa sobre las fiestas: Si eres menor de edad, aún estás bajo la responsabilidad de alguien, por ello, es importante que informes a tus padres o tutores, sobre la fiesta. Es bueno mantener una comunicación constante de las actividades que realizarás, lo cual genera confianza. El decir dónde, cuándo y con quienes es muy importante para la tranquilidad de tus padres o tutores. Si te dan el permiso, recuerda indicar la hora en que regresarás y esmérate en cumplirla. Evita hacerte el “agrandado” no informando sobre tus movimientos, ya que de una u otra forma se enterarán de ello y al final habrás perdido su confianza. Y un posible permiso para fiestas futuras.
- Evita excesos: Durante la fiesta, recuerda conservar tu mentalidad responsable, diviértete sanamente, evita caer en excesos y hacer el ridículo. Si en algún momento de la fiesta, te percatas que abunda el licor, cigarro, y otras cosas más están fuera de control, entonces sal de inmediato, porque básicamente la fiesta se acabó para dar paso al desenfreno. Recuerda: el que regreses bien a casa es muy importante para ti y tus padres.
Si te cuidas, regresas a casa (quizá más temprano de lo esperado) y cuentas lo sucedido, estarás permitiendo que tus padres o tutores, te tengan más confianza. Gánatelos con acciones responsables. Eso depende de ti.
Como ves, no tienes porque perderte las fiestas a las que te invitan, solo debes asegurarte de que estas no afecten tus estudios, las labores en casa, la relación con tus padres o tutores y por supuesto tu tranquilidad. Que las fiestas sean acontecimientos divertidos y felices, no los conviertas en tragedias, sé responsable. Éxitos en todo.