Las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y responsabilidades que la vida plantea. Caso contrario sucede con los que tienen una autoestima baja, quienes suelen auto limitarse y fracasar.
Recuerda que las personas somos complejas y muy difíciles de definir en pocas palabras. Por ello, es importante no hacer generalizaciones a partir de uno o dos aspectos que consideres “raros” (sea en ti o en otras personas), por ejemplo:
- Puedes ser muy hablador con los amigos y callado en casa.
- Jugar mal el fútbol no indica que seas un desastre en todos los deportes.
- Que no te salga bien un examen, no significa que seas un desastre para los estudios.
La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento, es así que aquellas personas que padecen de una baja autoestima, tienen una visión muy distorsionada de lo que son realmente. Manteniendo, al mismo tiempo, exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o lograr.
La persona con baja autoestima, mantiene un diálogo consigo mismo que incluye pensamientos como los siguientes:
Sobregeneralización: Crea a partir de un hecho aislado, una regla universal o general, para cualquier situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto). ¡Siempre fracasaré! (se interioriza como que fracasará en todo). Esta actitud tan negativa destruirá tu confianza incluso ante situaciones que asimilabas con confianza.
Designación global: Se utilizan términos ofensivos para describirse a sí mismo, en vez de describir el error, para concretar el momento temporal en que sucedió: ¡Que torpe (soy)!, u otra ofensa terrible.
Pensamiento polarizado: Este es el pensamiento del todo o nada. Lleva las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro. Están contigo o en contra. Lo hago bien o mal. Los que padecen de autoestima baja no aceptan ni saben dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
Autoacusación: Se encuentra culpable de todo, diciéndose: Tengo yo la culpa, ¡Tendría que haberme dado cuenta! Cargándose toda la responsabilidad y generándose angustia y sufrimiento.
Personalización: Supone que todo tiene que ver con él(ella) y se compara negativamente con todos los demás: ¡Tiene mala cara, qué le habré hecho!
Lectura del pensamiento: Supone que no le interesa a los demás, que no les gusta, cree que piensan mal de él(ella)...sin evidencia real. Todo es pura suposición, fundamentadas en cosas inauditas y no comprobables.
Falacias de control: Siente que tiene una responsabilidad total con todo y con todos, o viceversa, bien siente que no tiene control sobre nada, que es una víctima desamparada.
Razonamiento emocional: “Si lo siento así, es verdad”. Tiene sentimientos de soledad, sin amigos y cree que este sentimiento refleja la realidad, sin contrastarlo con otros momentos y experiencias agradables. "Si que soy un inútil de verdad"; esto se da, porque "siente" que es así realmente.
En fin, estos tiempo donde pareciera que la vida es más rápida y dinámica, podemos convertirlos en tiempos de mayor calidad y disfrutar de nuestra experiencia como seres felices, alegres y optimistas. Para ello, no te pierdas del siguiente artículo donde conocerás las técnicas para mejorar y fortalecer la autoestima. Recuerda que tienes todo el potencial para alcanzar tus metas.
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