Se viene un nuevo año y muchos jóvenes y adolecentes suspenden sus estudios y prioridades más esenciales para relajarse del año que acabó y disfrutar al máximo de las “vacaciones”. Tú, futuro ingresante, ¿gozarás del verano? o ¿mantendrás tu mirada fija en el examen de admisión?. Entérate aquí.
¿Tiempo libre o tiempo perdido?
Finaliza el año y, en general, muchos jóvenes y adolecentes piensan en qué harán en el verano. Algunos piensan en playa, arena, sol y tiempo libre; otros, en continuar sus actividades cómo si los años no cambiaran. Sin embargo, tú, futuro cachimbo, debes centrarte en tu objetivo más próximo: el examen de admisión.
La tendencia general en los adolecentes y jóvenes es, primero, suspender, de manera inevitable, sus actividades académicas, y dedicarle al ocio gran parte de ese tiempo; y, segundo, después de gozar del sol, playa y barrio, volver con nuevos aires a sus estudios. ¿Esto lo podría concebir un estudiante que tiene a poco más de un mes su examen de ingreso a la universidad?.
Presión constante
En efecto, a diferencia de otros jóvenes que estudian carreras técnicas, o llevan algunos cursos de idiomas, los jóvenes estudiantes en etapa de preparación para afrontar y superar un examen de admisión, tienen más de una presión: 1) vacantes limitadas; 2) miles de jóvenes luchan por una de esas vacantes, y 3) la presencia ineludible del temor al fracaso.
Esto no quita que los primeros no tengan motivos para esforzarse, al contrario, en el futuro, aquellos que destaquen serán los que más preparados se encuentren. Sin embargo, son los estudiantes preuniversitarios, quienes viven en un ambiente de presión constante, donde una vacante es el anhelo de muchos jóvenes y en la que la adquisición de los más variados conocimientos es más que una obligación.
Primero lo primero
Es cierto que toda persona necesita un tiempo para relajar la mente y replantear asuntos, y mucho más si uno es adolecente o joven, pues éstos son los más propensos al cambio de ideas y actitudes, pero eso no significa dedicarse al ocio y perder el tiempo en acciones que a la larga poco o nada aportarán para el desarrollo intelectual de los jóvenes.
Es por ello que tú, que te preparas para el examen de admisión, no olvides que tu prioridad máxima es estar listo para el día en que te toque enfrentarte no sólo a cientos de preguntas, sino también a miles de jóvenes que luchan por ocupar tu misma vacante. Relájate, es necesario, pero no mucho, pues tu examen de ingreso a la universidad está más cerca de lo que piensas.
A continuación un listado de algunas academias y Centros Pre.