En temporada electoral es común que escuchemos las promesas de los candidatos políticos para captar votos, sin embargo, sus cualidades morales, éticas y profesionales no siempre son óptimas, ¿qué hacer entonces?, ¿solo observar desde “la tribuna”? o ¿deberíamos empezar a involucrarnos?, recuerda: lo único que se necesita para que triunfe el mal, es que los hombres buenos no hagan nada. ¡Ingresa y entérate qué hacer!
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¿Sabes si eres miembro de mesa?
En todos los años electorales, es común escuchar las siguientes frases por parte de la ciudadanía: “estos políticos solo saben robar”, “la política es sucia”, “siempre se dan los casos de corrupción”, incluso algunas llegando al extremo, como esta: “que robe, pero mientras haga obras, está bien”, señalando a la clase política como una especie terrible y nada confiable, entonces ¿qué nos corresponde cómo ciudadanos?
En lugar de solo quejarnos, deberíamos tomar cartas en el asunto, es decir, tener en mente participar de manera activa en política, pero no confundamos participación con solo una limitada militancia con intereses personales, como aquellos que “están con un candidato”, por el interés de “ganarse alguito” (entiéndase, casi siempre, conseguir trabajo en un buen puesto).
Para participar en política, pero de verdad, uno debe considerar transformarse de elector ha elegido, y para ello, se requiere vocación de servicio, asimilar las necesidades del país. Esto puedes empezar a experimentar, y así, evaluar si tienes dicha vocación. Involúcrate en los comités vecinales, interviene en los problemas de tu barrio y distrito, asiste a las asambleas distritales haciendo sugerencias sobre los diversos temas de la agenda.
Esmérate en estar enterado de la problemática de tu ciudad de tu país, leyendo diarios, escuchando radios noticiosas, ingresando a páginas webs informativas, pero siendo detallista en filtrar los intereses de los medios. Incluso podrías averiguar cómo en otras ciudades o países, aplicaron soluciones a algunos problemas y qué repercusiones tuvieron.
Como vez, la vocación política es un servicio que bien puedes emplear para ayudar y servir, entonces ¿qué esperas para decidir y convertirte en un elemento que genere esperanza y soluciones en nuestro país?, este es el momento y tú lo puedes lograr. No seas un espectador más, conviértete en el actor principal y transforma tu destino y de quienes te rodean.