El proyecto de la nueva ley universitaria está originando una serie de debates e iras de diferentes sectores de la sociedad. La Comisión de Educación ya aprobó seis de los dieciséis capítulos de este proyecto y está pendiente la aprobación en el Pleno del Congreso.
Si bien hay varios puntos debatibles, los más controversiales son los referidos la creación de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, institución que reemplazaría a la Asociación Nacional de Rectores (ANR) y al CONAFU, con lo cual muchos estudiantes afirman que se estaría violando la autonomía.
Este contexto ha generado dos grupos bien marcados, creemos que hay un evidente enfoque de fondo que se está dejando de lado y que consideramos mucho más importante que los mencionados. Nos referimos a la visión paternalista del Estado. Nuevamente al igual que cuando se habla de otros temas como la ley que regula la publicidad de comida chatarra o el siempre cuestionado trabajo de los medios de comunicación, la opción más rápida es pensar que el Estado tiene el criterio suficiente para decidir por los consumidores.
Creemos que hay que partir por una premisa honesta, la educación en el Perú también se rige por estándares de mercado y al igual que en sector de productos y/o servicios comerciales uno es propenso a encontrar de todo, desde el que te vende algo óptimo hasta el que te ofrece cebo de culebra y gato por liebre.
La calidad irá mejorando en cuanto sus actores principales tengan la capacidad de decidir activamente y premiar con su preferencia a aquellas que ofrezcan algo de calidad y rechazar aquellas que no muestran un estándar mínimo aceptable.
Hay que fomentar el rol activo de los consumidores, y esto se inicia desde el fomento de una elección adecuada, participando activamente en el proceso de elección de una institución educativa, que no solo es la universidad, el instituto, la escuela, una academia, un centro pre, un centro de idiomas, el colegio, un post grado, etc.
Elegir un centro de estudios cualquiera es tan importante como elegir una carrera. Para elegir una carrera debemos descubrir nuestra vocación y luego la carrera que tenga que ver con lo que uno ha descubierto que le gusta, que le apasiona.
En el caso de un centro de educación, también hay que pasar un proceso cuyo éxito depende del compromiso. Además durante este proceso se irá descubriendo qué institución les brinda las facilidades para conocer más de ellas y cuáles no. Aquellas que no les brinden las facilidades que requieran, deséchenlas.
A continuación planteamos algunas recomendaciones. Unas son obvias y otras un poco más complejas; pero creemos que es necesario tomar en consideración la mayoría. Así tendrán más posibilidades de no lamentarse.
Lo fundamental aquí es que entiendan que ustedes tienen la LIBERTAD de elegir y con ello el PODER de conseguir una mejor calidad. Ustedes son los protagonistas.
Tomen nota:
Revisen los folletos y compárenlos con la realidad: Verifiquen que los encartes y el merchandising no sea solo la foto. Visiten los lugares, fíjense que la foto no sea bajada de internet. Con seguridad si les mienten en eso, estarán fallando en todo.
Consúltenles a través de internet y analicen su respuesta: Si les responden rápido eso quiere decir que su sistema es eficiente y que toman en consideración las necesidades del estudiante.
También significa que tienen personal encargado de esta función. Es un ítem importante.
Llámenlos por teléfono y perciban su atención: El trato es fundamental. Las instituciones de prestigio saben que la primera impresión es fundamental, si los atienden por compromiso o de mala gana puede significar que su personal no está contento con su institución, eso dice mucho de la misma.
Visítenlos y conversen con las personas que allí los atienden: La comprobación in situ es básica. Analicen sus expresiones, miren sus gestos, su preparación. La mística y la filosofía de las instituciones se ve en su propia gente, pregunten todo lo que puedan, si están seguros de lo que SON responderán también con seguridad. Si es el caso contrario es probable que les estén dando gato por liebre.
Exijan que les hagan conocer el campus: Esto es básico. Tienen que llegar al mismo lugar, respirar el ambiente, ver las aulas, la infraestructura, la inversión que hagan tiene que estar justificada ladrillo por ladrillo. Muchas instituciones hacen visitas guiadas, no duden en apuntarse a alguna.
Miren los laboratorios, los salones, los baños, observen a los profesores, observen todo: No duden en ser meticulosos, no se conformen con lo que les hacen ver, imaginen que es igual a buscar un departamento o una casa, pidan detalles, eso es fundamental. Si tiene los baños sucios o descuidados, ya pueden concluir cómo será el resto. Lo más importante.
Pídanles conversar con los alumnos que allí encuentren: Definitivamente los mejores referentes son los alumnos, conversen con varios, recojan testimonios y sin ninguna duda tendrán una idea más clara de cuál es la institución que han elegido.
Pídanles asistir a una clase: Hay instituciones que brindan esta ventaja. Igual siempre hay formas de ingresar y saber cómo es una clase universitaria, con una tarde en los claustros sabrán la esencia de su futura alma mater.
Conversen con los profesores: Las instituciones educativas se basan en infraestructura, pero más importante aún es la calidad de sus docentes, traten de buscar a los docentes, conversen con ellos, pregúntenles sobre su experiencia, allí tienen más del 50% de la información clave para decidir.
Conversen con la asociación de egresados: Casi todas las universidades tienen una. Ellos les dirán objetivamente como es la carrera que se enseña, cuáles son sus ventajas, sus desventajas y qué ofrece realmente la institución que les interesa. Las redes sociales son un buen camino para comunicarse con estas asociaciones.
Conversen con ejecutivos que utilizan profesionales: Busquen ejecutivos que contratan profesionales y pregúntenles a ellos, cuáles son los centros de educación superior que forman mejores profesionales. Ellos tienen mucha experiencia con profesionales de diferentes instituciones educativas, y saben de dónde provienen los mejores, del mismo modo, de dónde provienen los peores. Allí tendrán una de las mejores referencias, si quieren que después los contraten.
Averigüen todo lo que puedan por internet: Busquen los rankings comentarios, blogs, grupos, etc. En la web encontrarán buen material sobre las instituciones, crucen la información y contrástenla con lo que han visto en persona. Esto no tiene pierde.
- Lo ideal es que realicen este proceso en compañía de sus padres, involúcrenlos en los casos en que esto sea posible.
- Luego de todo este proceso, y de otros adicionales que ustedes decidan, podrán tomar una decisión responsable. Este proceso los ayudará a ser más efectivos en su toma de decisión. Su futuro depende de ello.
- Somos nosotros lo llamados a transformar la calidad educativa. En nuestra actitud está la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario.
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