Es cierto que existen padres sobreprotectores de sus hijos, pero algunos llegan al colmo de no permitir a sus hijos decidir la carrera que estudiarán, las razones van desde frustraciones juveniles no superadas, hasta deseos de supuestamente “ayudarle” para su bienestar económico. Entérese más de este asunto, que muchos pensaban olvidado pero que está más presente que nunca.
Actualmente existen egresados de colegios, que se están preparando para llevar estudios superiores en carreras decididas por sus progenitores. Y aunque usted no lo crea, el hecho de que en estos tiempos abunden las universidades, institutos, escuelas, centros de idiomas y más, hace factible esta participación involuntaria de los padres.
Frustraciones juveniles: En este caso, los padres ven en sus hijos a alguien que podrá hacer realidad todos los anhelos, sueños y logros que no pudo alcanzar en su juventud. Y esa es la razón por la que, desde pequeños, les decían o disfrazaban a sus hijos de Médicos, Abogados, Ingenieros, llevándoles incluso a practicar deportes pero con visión profesional (los más comunes son: fútbol, box, karate y se podría considerar también al ballet).
Asegurar el éxito económico: Muchos padres en el intento desesperado por hacerlos exitosos ante la sociedad, hacen que sus hijos estudien carreras que supuestamente les asegurará tranquilidad económica, es decir, apuestan a algo que debería darles excelentes beneficios. Pero esto genera que los jóvenes no se sientan cómodos con lo decidido porque es probable que su vocación sea otra.
Seguir la tradición familiar: Si la familia tiene una tradición en profesión, que va desde los tiempos del bisabuelo, y peor aún, si tienen una empresa donde se espera que los cargos gerenciales sean asignados a integrantes de la familia. Entonces se nace con una carrera a cuestas que se debe estudiar si o si. Imagínense la situación para un joven que nace en una familia de estas, con tradición de abogados y cuentan con un “pool” de abogados, y que este joven diga que su vocación va por el arte, específicamente por la actuación. ¿Situación terrible la que le espera, no?
¿Qué hacer?: La presión existe, pero esto solo se da cuando encuentran al joven con la “guardia baja”, es decir: indeciso, inmaduro, sin concepto de futuro, y peor aún, sin encontrar su vocación. La solución es esta: Trabajar el tema de la orientación vocacional de todas las formas, es decir, realizar test vocacionales, consultar en foros, asistir a charlas de orientación vocacional, conocer experiencias de profesionales y conocer cómo descubrieron su vocación y hacer investigación de la carrera que le agrada según su vocación. Esto obviamente impresionará a cualquiera, incluido los padres, sobre la forma de encarar dicha decisión, dando como resultado, el apoyo a una decisión madura y responsable.
Recuerda que si deseas ayuda sobre el tema de Orientación vocacional, Logros está a tu servicio y solo debes utilizar las herramientas gratuitas que disponemos. ¿Deseas contarnos tu experiencia o alguna solución al tema de hoy? Las esperamos en la sección comentarios. Tu aporte será de gran valor para todos nosotros.