Véncete a ti mismo e ingresa a la universidad
Uno de los principales retos que vive todo joven al asumir responsabilidades, como el de ingresar a la universidad, es el de considerar que no podrá hacerlo, que no tiene las habilidades, ni el conocimiento y que todos los demás son mejores. Pero estas ideas no son necesariamente la verdad, detrás de estas justificaciones, aparece una cruda realidad: el gran obstáculo es uno mismo. El objetivo entonces es vencerte a ti mismo y eso realmente cuesta, no es imposible, pero cuesta lograrlo. Sigue leyendo y empieza a vencerte para ingresar a la universidad.
Reconoce tus habilidades: uno de los peores errores, no solo de los jóvenes, es reconocer y ensalzar tanto sus defectos, que sus virtudes quedan totalmente minimizadas, casi no existiendo. Esto implica que dicho joven tiene un problema que se puede resolver empezando a pensar en positivo, es decir, tomar en cuenta muy fuertemente, las virtudes que posee. Esto es algo que quizás sea difícil, para algunos, asimilar, pero TODOS tenemos virtudes como defectos, el asunto es que si solo pensamos en los defectos, terminaremos creyendo que solo tenemos defectos.
Pero si las virtudes, después de ser reconocidas (preguntándole a un amigo, a un familiar, etc.), son mejoradas, es decir, desarrolladas, potenciadas, realmente podremos progresar en mucho y esto será un logro, porque empezaremos a tener seguridad en una habilidad o talento que estábamos desechando.
Decide alcanzar metas cortas que de largo plazo: Muchos hemos escuchado que ponerse metas es lo mejor que alguien pueda hacer. Sin embargo, al prevalecer las metas a largo plazo, pareciera que la incertidumbre y la angustia invaden la mente creativa y predispuesta a luchar. Lo mejor siempre es hacer metas diarias, metas que sean manejables y que te permitan sentirte satisfecho de tu labor al final del día. La suma de todos esos días con metas logradas, generará que estés más listo para alcanzar grandes objetivos a largo plazo.
Evita los vicios y la pérdida de tiempo: Existe una vieja frase que dice “la ociosidad es madre de todos los vicios”, la pregunta sería ¿en qué inviertes tu tiempo libre?, muchos jóvenes suelen pasar muchas horas con videojuegos, viendo televisión o revisando sus cuentas personales en redes sociales. ¿Qué pasaría si todo ese tiempo lo usaras para cosas de mayor producción?
Esto no quiere decir que apartes un tiempo con el objetivo de descansar y relajarte. Pero sé moderado, ¿cómo darse cuenta de ello?, bueno, lo más sencillo es que seas sincero y digas si ya cumpliste con todos tus deberes. Si no es así, pregúntate si la razón de ello es porque en lugar de hacer tus responsabilidades, dicho tiempo lo malgástate en videojuegos, Internet u otras actividades de ocio.
Estas son solo algunas sugerencias que te permitirán sentirte mejor y así logres que lo que desees. Recuerda que el obstáculo más grande que todos debemos derrotar, será siempre a nosotros mismos.