Tú eres el mejor… ¡demuéstralo!

Cuando eras pequeñito, de seguro tus padres repetían con suma frecuencia lo lindo que eras, tus tías adorables solían apretar tus mejillas hasta tornarse rosadas, y quizás la profesora de primaria siempre te animaba a participar en clase, haciendo que tus compañeros guardaran silencio y aplaudan terminada tu intervención. Es decir que, mientras eras un niño, gozabas de un público fiel y entusiasta, capaz de levantarte el ánimo. Y ahora que eres un joven, ¿sigues creyendo que eres muy valioso?


TEMAS RELACIONADOS: