Más que un centro preuniversitario
La inserción a la vida universitaria es un proceso que puede resultar algo retador y dificultoso para los nuevos estudiantes. Por ello, muchos deciden inscribirse en un centro pre y a la vez asegurar su ingreso. Sin embargo, la adaptación es mucho más que eso, requiere un cambio de visión, organización y responsabilidad, virtudes básicas para un futuro profesional exitoso. A continuación conoce más sobre este tema.
Iniciar una vida universitaria puede generar dificultades por los retos que implica, que se diferencian de los experimentados en la vida escolar. Si bien es cierto las experiencias que van a pasar son similares, es decir, conocer nuevos amigos, nuevos profesores, nuevas materias, etc. la diferencia se hace notar en la gestión de la libertad, la cual está acompañada con el inicio de la vida universitaria, en donde cada uno debe aprender a auto regularse en distintos aspectos, a manejar sus tiempos, planificar sus horas de estudio y esparcimiento y asumir responsabilidades para manejarse en esta nueva etapa.
Por otro lado, uno debe adquirir competencias que son básicas, no solo para adaptación a una nueva etapa, sino para la vida profesional en general. Estas pueden ser interpersonales como las habilidades de comunicación, el saber expresarse bien ante un grupo, o dar una buena exposición; el saber negociar, sustentar una idea, analizar la información, ser crítico, socializar con los compañeros y manejarse bien en equipo. Estas son competencias que uno debe reforzar y desarrollar a lo largo del tiempo, pues servirán también a la hora de salir a practicar o trabajar.
Por eso, es necesario que uno no sólo se enfoque en la preparación académica previa al ingreso a la universidad, sino que busque una alternativa que combine conocimientos y competencias, así el ingreso está asegurado y la adaptación no será problema. Una propuesta es el Programa de Adquisición de Competencias-PAC, ofrecido por la Universidad ESAN, el cual es una innovadora forma de inserción hacia una de las etapas más determinantes de la vida: la formación profesional.