Una imagen vale más que mil palabras
Así es, en una sociedad tan sobrecargada de mensajes, llena de símbolos y por demás sobre comunicada, con mucha gente con cosas por decir y muy pocos por escuchar. En medio de todo ese embrollo comunicacional, la imagen de ese logo, de ese panel publicitario, de ese “flyer”, de ese brochure, de esa valla, deben abrirse campo en tu mente, en tus ojos, los cuales sólo ven lo que les interesa. Así es, tu cerebro es por demás inteligente y bloquea toda aquella información que no sea de tu interés, sino ¡Imagínate toda la información que tendrías que procesar!.
Y es que una imagen, vale más que mil palabras. El diseño gráfico de un logo o de cualquier tipo de publicidad visual, debe ser creativo, más no por ello saturado de colores iridiscentes. Por lo contrario, debe ser ligero, nada recargado, sino esto último cansaría tu vista y finalmente lo rechazarías. El objetivo de esta imagen es vender, persuadirte y entrar por tus ojos, pero sobre todo posicionarse en un lugar de tu mente, siendo esto último el tan famoso posicionamiento.
Por otro lado, ¿sabías que en diseño gráfico, se aplica mucho la psicología del color? Así es, existen estudios que han demostrado que muchas personas prestan más atención a los colores brillantes como por ejemplo el verde, el amarillo, el azul y ciertas combinaciones de colores. Y si lo que se desea es llegar a un público más sofisticado, pues se optan por colores oscuros. Rojo, blanco y negro, sirven únicamente para contrastar.
En conclusión, muy aparte de todas las estrategias psicológicas del color, lo que realmente cuenta aquí, es que todo entra por los ojos. No hay espacio para generar una segunda buena impresión. Todo lo que te entra a través de la retina, se convierte en oro para todas aquellas personas que buscan llamar tu atención con su publicidad visual, ya sea con diseños sobresalientes, fuera de lo común o estéticamente perfectos.