Los jóvenes “quemamos” muchas energías en diversas actividades, por eso, cuando estamos en un lugar silencioso y quieto, como el colegio, academia, universidad o instituto, entonces la exposición de un maestro, se convierte en un arrullo, nos ponemos más calientitos y al final nos quedamos dormidos en el pupitre. ¿Solución? aplica las siguientes recomendaciones.
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